9 razones por las que tu marketing no funciona
Cuando emprendemos una estrategia de marketing solemos esperar resultados inmediatos y de gran magnitud. Y aunque no es para menos, existen algunas cosas que pueden retrasar su desempeño. En este artículo te comparto algunas de ellas.

Mucho hemos escuchado y hemos sido testigos del éxito que las campañas de marketing tienen para las ventas de una empresa. Particularmente, el uso de redes sociales es de gran utilidad para la prosperidad de negocios grandes y el crecimientos de pequeños.
Sin embargo, esto no significa que el marketing funcione por arte de magia. Existen muchas cosas que debemos aprender antes de instaurar una estrategia eficiente. Y a la par, hay muchas cosas que debemos evitar para no estancarnos.
¿Quieres saber por qué tu estrategia de marketing no está dando los resultados que esperabas? A continuación, te presento 9 posibles explicaciones.
1. Quieres resultados ¡ya!
Uno de los problemas más comunes para las community manager son los clientes impacientes. Puede pasar sólo una semana o un mes y éstos empiezan a presentar sus quejas:
¿por qué no hay resultados? ¿Por qué no hay más likes y comentarios?
La primera cosa de la que debemos asegurarnos es que no formamos parte de este tipo de clientes. Cuando contratamos un equipo de marketing debemos entender que el desarrollo de la estrategia toma su tiempo. La interacción y el engagement toman su tiempo.
Tómate tu tiempo para escuchar las propuestas de tu equipo. Y si tienes dudas, asegúrate de pedir una segunda opinión.
2. No conoces bien tu producto
Tras haber sacado el problema más común del camino, queda verificar que nuestro autoconocimiento sea el apropiado. Con frecuencia, las personas tienen una concepción errónea de lo que venden y pretenden afrontar una ruta que no les corresponde.
En todo caso,
lo más importante es conocer qué ofrece nuestro producto o servicio y qué no.
De esa forma, sabremos posicionarnos a nuestra competencia: podremos enfocar nuestra estrategia en medida de aquello que nos da ventaja sobre otras marcas.
3. No conoces bien a tu audiencia
De nada sirve conocer a fondo nuestro producto si no sabemos quién es nuestra audiencia, de dónde viene o cómo es. Saber a quiénes nos dirigimos es fundamental para generar planes de contenido que resulten interesantes y puedan generar engagement.
Por ejemplo, digamos que manejas una casa de antigüedades y piezas de arte. Estás emocionado/a con tu proyecto y quieres enfocarte en una audiencia joven. Esto último lo decidiste a partir de oír que esta audiencia es la más activa en redes sociales.
Por supuesto, puede no haber error en la información en que te basas, pero eventualmente te encontrarás con problemas. Haría falta preguntarse si tu audiencia meta tiene el poder adquisitivo o el interés por el tipo de productos que ofreces.

4. Tu tráfico es de escasa calidad
Derivado de lo anterior, podemos enfrentarnos a una problemática adicional: nuestro tráfico es de baja calidad. ¿Qué significa esto? Pues que pese al incremento de likes e interacciones,
nuestras ventas continúan siendo las mismas de antes.
Esto puede deberse a que tu estrategia de marketing ha estado apuntando a una audiencia errónea. La cual puede sentirse ligeramente interesada por tu contenido, pero no lo suficiente para adquirir tus productos.
En resumen, no te dejes engañar. Si bien un exceso de tráfico en redes puede envanecernos, esto no siempre es sinónimo de un desempeño comercial óptimo.
5. Tu contenido no es de calidad
Puede sonar pesimista, pero esta es una situación frecuente: no estás ofreciendo contenido que resulte suficientemente interesante como para que las personas te sigan. Recuerda que el interés genuino es fundamental para que tu audiencia se mantenga al tanto de ti.
Ponte en el lugar de estas personas. Como todos, eres un usuario que entra a redes sociales, bien para informarse o para entretenerse.
Una marca que te satura meramente de publicidad no te resulta atractiva.
La consideras spam y continuas el scrolling.
Otra opción es que hayas optado por la mera imitación. Y si bien muchas de las tendencias actuales implican este acto, no quiere decir que sea suficiente. Hasta para imitar hay que saber adaptar las particularidades de nuestra marca.

6. Dejaste las métricas de lado
Lo sabemos. Medir resultados y revisar estadísticas no es la actividad más divertida del mundo, o al menos no para muchas personas. Sin embargo, pretender dirigir una estrategia de marketing sin tener noción de esto, es como conducir un barco sin mapa.
Recuerda que nos encontramos en un entorno VUCA: por sus siglas en inglés, “volátil, incierto, complejo y ambiguo''. Por lo que, aquello que pudo ser útil el mes anterior, este mes no producirá los mismos resultados.
Sólo al medir constantemente tus métricas puedes ser consciente de qué es lo que está funcionando y qué no.
7. Tus redes son limitadas
Puede sonar obvio, pero si hace falta recordarlo es porque
muchísimas
personas continúan olvidándolo: hay muchas más posibilidades además de Facebook e Instagram. Porque, si bien ambas, suelen ser muy útiles, no siempre dan los resultados que esperamos.
Según la identidad de tu marca y la naturaleza de tu producto o servicio, la red social ideal puede variar. Para averiguar cuál es la tuya, hace falta investigar a profundidad. Pedir opiniones, leer artículos y buscar información en medios externos es infinitamente útil.
8. Tu objetivo no está claro
Es uno de los errores más comunes en el mundo del marketing, especialmente para las marcas independientes. Al no contar con un equipo que nos respalde, generamos contenido sin criterio. Esperamos los mejores resultados sin saber realmente qué queremos.
Para establecer un objetivo claro hay que tener noción de la regla SMART (Specific, Measurable, Ahievable, Relevant, Time Bound). Es decir,
que éste sea específico, pueda medirse, sea posible de alcanzar, sea realista y cuente con un plazo determinado.
9. No has optimizado tu sitio web
Esta razón es especialmente importante si has comenzado a registrar un aumento de tráfico en tus redes sociales. Si las personas están mostrando interés en tu marca, muy probablemente desearán acceder a tu sitio web.
Si éste no está preparado para revisar a los nuevos visitantes, puede que no repitan su experiencia. Por tanto, asegúrate que la estructura del sitio web sea fácil de entender y que su estética sea agradable a la vista.
¿Te parece que has cometido alguno de los siguientes errores? ¡Nunca es tarde para enmendarlos! Ponte manos a la obra, investiga, diseña y establece una estrategia de marketing que satisfaga las necesidades de tu negocio.