A lo largo de nuestra vida nos enfrentaremos a situaciones donde nos gustaría tener el control. Sin embargo, si bien podemos sentirnos perfectamente capaces de sobrellevarlas, puede que esto no sea suficiente. La clave estará en saber relacionarse con los demás. 

Para ser exitoso debes aprender a establecer una verdadera comunicación con los demás

Cuando somos personas introvertidas esta es la última verdad que queremos escuchar, pero es inevitable. Y es que, sin importar nuestra trayectoria, el éxito depende enormemente de qué tan bien sepamos establecer relaciones con otras personas.

Por supuesto, con esto no nos referimos, por ejemplo, a ventajas profesionales basadas en influencias. Al contrario, será el mérito desprendido de una buena comprensión y retribución constante, lo que otorgará el crédito por sí mismo . 

Al saber cómo relacionarnos apropiadamente, tenemos la posibilidad de presentar nuestros proyectos e ideales. Podemos compartir iniciativas, acercarnos emocionalmente a nuestros allegados o modificar las perspectivas de terceros.

Por cierto, esto último tiene que ver con la segunda verdad que a una persona introvertida no le gusta escuchar: no importa qué tan buenos seamos en lo que hacemos o qué tan duro trabajemos. Si no sabemos relacionarnos, nuestras oportunidades serán limitadas.

En qué consiste relacionarse

Ahora bien, algo hemos hablado ya sobre la importancia de relacionarse para alcanzar el éxito. Sin embargo, cabe plantear la duda trascendental: ¿qué es exactamente ‘saber relacionarse con las personas’ y en qué consiste? 

En este punto es importante integrar otro concepto clave para cualquier tipo de relación humana: la comunicación. Como sabes, los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, pero esa sociabilidad está condicionada por el modo cómo nos comunicamos .

En estos términos, habríamos de aplicar nuestras habilidades comunicativas para empezar a relacionarnos con un auditorio o un grupo de colegas. No podemos establecer lazos significativos con las personas si no sabemos cómo alcanzarlas a nivel emotivo. 

Dicho así, tras entender que relacionarse implica saber identificarse con las individualidades ajenas, nuestra tarea se facilita. De este modo, habremos de reconocer las cosas que otros quieren escuchar para, así, aumentar la influencia que ejercemos sobre ellas. 

La capacidad de relacionarse es una cualidad del liderazgo

No es un secreto que cualquier persona que practique el liderazgo debe ser capaz de comunicarse apropiadamente con los demás. Pensémoslo un momento. Si una persona no comunica y conecta con otros, la gente no tendrá razones para simpatizar con ella. 

Sea el método dialéctico de Sócrates, los discursos de grandes líderes como Martin Luther King o dictadores como Adolf Hitler; o bien, los ejercicios de campaña de Ronald Reagan o Bill Clinton; saber relacionarse con la gente siempre es la clave para obtener su respeto.

Y es que, independientemente de las repercusiones sociopolíticas o éticas de las figuras antes mencionadas, todas tuvieron algo en común: supieron entender a sus interlocutores. Identificaron sus inquietudes y generaron estrategias para simpatizar con ellos. 

La tarea de un líder rotario es equiparable a este propósito. Para saber de qué modo conducirnos con colegas o superiores es necesario, primero, conectar con ellos. Pero, para conectar con ellos, hace falta optimizar habilidades relacionadas a la retórica y la sintaxis.

La interacción te permite aprovechar al máximo todas tus aptitudes y talentos

Ahora bien, lo anterior no quiere decir que las únicas personas beneficiadas de las relaciones sean los líderes. Sin importar cuál sea tu profesión, motivaciones o personas allegadas en la vida, saber hacer relaciones siempre será beneficioso.

Al ser rotario, construir relaciones puede ayudarte no sólo a que te sigan sino a que las personas se abran contigo. En situaciones donde encontramos a personas en situaciones vulnerables, mostrarnos afables siempre será un indicio de confianza . 

De la misma forma, esta capacidad puede ayudarnos en el ámbito personal. Sea en familia o con nuestras amistades, saber hacer conexión nos favorecerá. Por mencionar un ejemplo, aprenderemos cómo acercarnos a nuestros hijos sin resultar demasiado invasivos.

La capacidad para relacionarte comienza con la actitud

Antes de ha cer énfasis en el siguiente apartado, es importante aclarar: si tenemos dificultades severas para relacionarnos, muy probablemente necesitemos atravesar por un proceso terapéutico que nos ayude a vencer nuestras barreras.

Por el contrario, no nos enfrentamos a problemas de esta índole, es justo afirmar el subtítulo de esta sección. Y es que, en muchas ocasiones, desaprovechamos deliberadamente oportunidades para establecer relaciones con otras personas.

Dígase esas reuniones a las que un equipo asiste de manera opcional, almuerzos informales o charlas ocasionales por teléfono; solemos desentendernos de aquellas actividades en las que no estamos solicitados de manera puntual . 

Esto es justamente lo que debemos cambiar. Debemos ser conscientes de la importancia de las relaciones y dedicarles el tiempo y esfuerzo que ameritan. Aproximarnos a las personas con las que interactuamos y llegar a ellas de manera espontánea y empática. 

Relacionarse con las personas tiende a convertirse en una tarea de segundo término cuando desconocemos su valor. Sin embargo, una vez entendemos que esto beneficia la mayoría de ámbitos en nuestras vidas, habremos de ejercerla adecuadamente.

¿Tú también quieres hacer un cambio radical en la forma cómo te conduces en la sociedad? Ahora puedes estar seguro de que la clave para alcanzar el máximo potencial de tus capacidades radica en una buena relación con las personas. ¡Haz el cambio hoy!